Y es así, como en el conocido cuento de hadas que alguna vez nos hizo soñar con   un artefacto capaz de responder a todas nuestras preguntas y que de paso pudiera  acceder a todos nuestros caprichos, hoy en día es una realidad. Este    artefacto mágico se encuentra en la mayoría de los bolsillos de los seres humanos  que habitamos el planeta tierra y que sin mayores problemas se utiliza en los  vehículos de servicio público, en los restaurantes, en las reuniones ejecutivas, en  las salas de cine y hasta en la intimidad del lecho de descanso.

Ya no son las brujas malvadas quienes tienen la posibilidad de conocer información oculta, sino que son madres de familia, estudiantes, abogados, arquitectos, policías, pilotos, panaderos, conductores, fotógrafos, y hasta desempleados quienes tienen el poder de preguntar y conocer el paradero de la princesa encantada, gracias al espejo mágico que son los dispositivos móviles (smartphone, tablets y dispositivos wearables).

Y si los dispositivos móviles son el espejo mágico, ¿quién es la princesa encantada?.

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